Iglesias de San Petersburgo , materiales complementarios:
Campanas


<<< VOLVER

Campanas en la tradicion ortodoxa

El sonido es muy importante en el cosmos del templo. La acústica de los templos no suele ser igual para todos. En los templos de madera, para reforzar las posibilidades acústicas, metían en los muros recipientes y ánforas para aumentar el número de superficies esféricas que pudieran reflejar el sonido. Por esto la voz, incluso la que no es muy fuerte, se oye bien aquí. El templo ortodoxo está orientado para la voz humana, y orientado, como todo el universo, para el hombre.
El único instrumento musical del templo ortodoxo es la campana. Los Padres de la Iglesia preferían la voz humana, por considerarla el instrumento más perfecto creado por Dios. Pero las campanas perduraron. Al principio, su función era del todo secundaria: llamar a los fieles a la oración.

Las campanas, que parecen naturales para la tradición ortodoxa, proceden, en cambio, de Occidente; mientras que el órgano, el inevitable instrumento de la celebración católica, fue llevado a Europa desde Bizancio, donde se tocaba habitualmente en la corte del emperador.

Las campanas más grandes se usan pocas veces, sólo en momentos solemnes o trágicos. En el campanario del templo ortodoxo cuelgan diferentes campanas de distintas medidas. En la ortodoxia existe la tradición de anunciar mediante la polifonía de las campanas, cuando el campanero pone en movimiento una decena de campanas y cada una de ellas suena por separado, pero los sonidos se basan en una única armonía de alegre júbilo.

En la celebración ortodoxa no puede faltar el coro. El canto en la Iglesia Ortodoxa no tiene acompañamiento instrumental, tal como la Iglesia Católica lo tenía en la época primitiva. El canto del coro, unánime, dominante en la tradición rusa ortodoxa hasta finales del siglo XVII, es, en cierto sentido, una escuela espiritual para el hombre, que somete su voz al sonido del coro. Así el hombre aprendía la armónica coordinación de su mundo espiritual con el de las demás personas y, en definitiva, con todo el universo, creado por Dios de acuerdo con las reglas de la armonía.

En la celebración ortodoxa no puede faltar el coro. El canto en la Iglesia Ortodoxa no tiene acompañamiento instrumental, tal como la Iglesia Católica lo tenía en la época primitiva. El canto del coro, unánime, dominante en la tradición rusa ortodoxa hasta finales del siglo XVII, es, en cierto sentido, una escuela espiritual para el hombre, que somete su voz al sonido del coro. Así el hombre aprendía la armónica coordinación de su mundo espiritual con el de las demás personas y, en definitiva, con todo el universo, creado por Dios de acuerdo con las reglas de la armonía.

La parte musical de la celebración, como todas las demás, no tiene sólo un significado estético, sino también un sentido profundo que ayuda a comprender con más intensidad la esencia de la fe ortodoxa. Aquí las palabras y la melodia se unen mutuamente de forma muy estrecha, por ello los Padres de la Iglesia enseñaban: “Que tu voz cante, y que tu mente reflexione diligentemente sobre el canto”. El contenido de los cantos eclesiales tendría que ajustarse por completo a la dogmatica, a los fundamentos de la fe. Muchos cantos desempeñan el mismo papel que las pinturas del templo: explican, enseñan la verdad de la Ortodoxia.

Rostov. Campanistas. pintura