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Isabel I de Rusia


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Isabel (Elisabetha) I de Rusia

Reinado 6 de diciembre de 1741–5 de enero de 1762
Coronación 6 de marzo de 1742
Nombre real Isabel (Elisaveta) Petrovna
Nacimiento 29 de diciembre de 1709 Kolomenskoe
Fallecimiento 5 de enero de 1762 (a los 52 años) San Petersburgo
Consorte conde Alexey Razumovsky,
Casa Real Romanov
Padre, Madre Pedro I, Catalina I






Fue la última descendiente por línea masculina de los Romanov que ocupó el trono ruso. La casa de los Romanov sólo quedó representada por mujeres. Catalina y Pedro tuvieron ocho hijos pero sólo le sobrevivieron dos hijas: Ana, duquesa de Holstein, muerta en mayo de 1728, y la princesa Isabel.

Ascendió al trono en 1741, tras derrocar al Emperador niño Iván VI, al que hizo encerrar como un animal en la fortaleza de Schlusselburg, aprovechando la debilidad y pereza de la regenta madre, Ana Leopóldovna, hija de Catalina , sobrina de Pedro I

Contrajo matrimonio, morganático, con Alexey Razumovsky, al que el emperador Carlos VI hizo Conde del Sacro Imperio, pero no tuvo descendencia.

Mujer de carácter autoritario, excéntrica y lujuriosa, tuvo sin embargo algunos aciertos como gobernante, entre ellos la abolición de la pena de muerte (1744), aunque era cruel con sus enemigos; durante su reinado llevaron a cabo la supresión de las aduanas interiores; la reorganización del comercio exterior y las iniciativas de tipo artístico y cultural. Iván Shuvalov, favorito de Isabel, es quien funda la Universidad de Moscú, y es también durante este período, en que se establece la Academia de Bellas Artes de San Petersburgo. Mejoró las relaciones con Inglaterra y Austria; en su guerra contra Suecia, consiguió el sur de Finlandia.

Puso en marcha un importante plan de desarrollo de la industria metalúrgica. Se le adjudica a Isabel el mantenimiento de la alianza entre Austria, Francia y Rusia, el bloque más poderoso que estaba en contra de Prusia.

Era muy supersticiosa: hace demorar la declaración de guerra a Federico II de Prusia porque una mosca, parada en la pared, voló y fue a posarse sobre el papel, lo cual originó un borrón de tinta.

Por otro lado, otorgó más privilegios a la nobleza, empobreciendo a los campesinos. Intervino en la guerra de los siete años (1756-1763) contra Federico II de Prusia

Era muy supersticiosa: hace demorar la declaración de guerra a Federico II de Prusia porque una mosca, parada en la pared, voló y fue a posarse sobre el papel, lo cual originó un borrón de tinta.

Por otro lado, otorgó más privilegios a la nobleza, empobreciendo a los campesinos. Intervino en la guerra de los siete años (1756-1763) contra Federico II Prusia.

Tenía buenos consejeros que la ayudaban en sus decisiones, aunque entregó la dirección del gobierno a Bestoujev-Rioumin, de quien desconfiaba.

Tuvo mala suerte con sus prometidos: Algunos murieron, y otros la dejaron. Había estado prometida al rey Luis XV de Francia, al zar Pedro II, al duque de Chartres, al duque de Borbón y al conde de Charolais. Su último prometido, el príncipe Carlos Augusto de Holstein Obispo de Lubeck y candidato a la corona de Curlandia, había muerto de viruela. Su gran amor de juventud fue el Conde Simon Narishkin, del cual fue separada violentamente. Aun así contaba con una pequeña corte de amantes. Isabel necesitaba estar con alguien. Tuvo romances con los Chouvalov (Alejandro y Pedro), con Miguel Vorontsov y con Razoumovski, con quien acabara casándose en secreto en 1742..

Los oficiales de su guardia la adoraban, entre otras cosas porque aceptaba ser la madrina de sus hijos. Los soldados iban a hablar con ella a su casa de campo.

Isabel hablaba en francés y aunque leía, instaura un período o etapa de cultura francesa que sucede al de la cultura alemana de Pedro I y de los reinados siguientes. Las institutrices y los maestros franceses proliferaban entre la aristocracia. El francés llega a ser para muchos como su segundo idioma, y París, debía visitarse por el noble que se preciase como tal. Francia era "lo máximo", para ellos, como para otros sería Alemania, Austria o Inglaterra.

Dejó como sucesor a su sobrino Pedro III, hijo de su hermana mayor y de Carlos Federico, duque de Schleswig-Holstein-Gottorp, quien nació en Alemania en 1728 pero lo adoptó en 1741.